POE-SILLA Nº 26 DEL JUEZ DE ANILLOS OBJETADOS
Muchos mascarones fueron empotrados antes que la goleta rompiese la gravedad de sus propios hechos consumados.
Y entre ceja y ceja, el doblez del paletó asiló diversas motas de recuerdos,
delatando al plenilunio que osó iluminar el rostro desnudo de una novel cantinera.
Nadie recuerda su nombre en este preciso momento de inapetencia;
es que en Saturno no existen condominios objetados por un juez de anillos.
Tampoco hay estacionamientos reservados para un tranvía repleto de poetas.
Desde la retroactiva perspectiva incierta; esto es cosa de catalejos y bitácoras amortizadas.
No es más que un montón de albóndigas flotando en enjundias revoltosas;
un recuerdo extraviado en un inmenso fiordo de lamentos perturbados.
Cuya apariencia de mar y travesías traviesas; desfiguró el rostro embrutecido,
imitando máscaras raídas, todo por ver las horas insomnes del lato tiempo navegado.
Que fue de ti después de revolver subterfugios en aquella sopa de letras.
¿Acaso tan sólo se trató de proferir amenazas tardías durante el rodaje?
¿Es acaso el final del rastro olfateado y ya perdido en un callejón sin salida?
Se que hubo un navío recalado en los restos esparcidos de aquel capitán malherido.
POE-SILLA DE MIMBRE
Premio Círculo “MAR-MOREO A-MAR”
Galardón “VOY Y VUELVO” de los Poetas “Liberados de la Trifulca”
Galardón “Maremoto de Amor” de Los Custodios de la Palabra Nupcial
Premio “Cantores Desentonados” de los Poetas Des-abridos
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