HIJA HERMOSA Y BUENA
Hija hermosa y siempre buena como el "pan con chancho", como dicen en la "pobla" Abrí hoy el correo ya que anduve por otros lados de vacaciones y estuve alejado de la tecnología y de todas esas cuestiones. Leí su mensaje y me hizo llorar, hija mía. Es bueno que te des cuente de lo difícil que es la vida, que tiene bemoles y grandes momentos para reír, y otros para llorar. Momentos para olvidar y otros para recordarlos siempre que se pueda. En fin. Me alegro que tenga esa capacidad; esa persuasión que la hace más mujer, como a mí me hizo ser más "hombre".
Esto de reconocer mi lado que se acerca un poco al “SER MADRE”. Esto de ser casi escritor y casi poeta; un hombre sensible y capaz de dolerme con el sufrimiento ajeno; de amar y querer a pesar de los desengaños; de las mentiras y de las expectativas que no cumplí, por que otros, u otras, vieron en mí, sin que reconocieran o vieran en mi lo sencillo que soy; lo austero que soy; lo desapegado de las riquezas que soy; que apenas soy un simple "casi escritor, un casi poeta", o sea un simple hombre sólo de paso por esta cuerda floja.
Hija Mía, lo importante es no hacer daño, no causarlo, no ser promotor de ello. Lo importante es amar al prójimo; respetar su derechos, sus debilidades, también sus grandezas y fortalezas. Pero no debes doblar tus rodillas frente a nadie ni nada. Ni dejar que otros lo hagan por ti o por sus debilidades. Ese gesto sólo debes procederlo delante de Nuestro Señor Jesucristo.
Me alegro por tus conquistas personales, las cuales tienen un sólo objetivo en la vida. Esto debe tenerlo claro; son sus logros; pero estos deben ser siempre dirigidos a los demás, a sus hijos, a tu familia, y a la sociedad entera, sobre todo a esa sociedad postergada, me refiero a los más necesitados. A los carenciados como dicen los del otro lado de la cordillera.
Yo sé que Dios te acompaña; yo sé que tienes fortalezas y espiritualidad suficiente para escabullirte de los oleajes destructivos de la sociedad. Pero no te fíes y siempre mantén tu oración intacta; pidiendo humildad, fortaleza y protección. Y reza por la Mami Carmen; por tu hermano que le está yendo bien en el trabajo que hace ahora, y que al parecer; con esto ya se asentó y tomó rumbo social. Hay que orar por él porque lo necesita más que otros; porque él es como un pajarito débil y desplumado, demasiado inocente. Me da la impresión de ser demasiado dependiente del amor y del cariño de su abuela y del Papi Mario; como que su mundo se reduce a eso. En aquello se parece a mí.
Hija mía hermosa y buena, usted me ha demostrado mucha fortaleza y me ha sorprendido hasta el orgullo indecible de mi parte. La felicito por todo lo que he visto en usted, pero ayúdeme con su hermano. Tengo la percepción indescifrable de que le puede resultar todo muy mal, y eso me preocupa; porque es muy bueno y demasiado inocente.
Te quiero mucho y eres mi orgullo.