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El Ictiocefalolalista

FEW LIGHTS Y LA BELLA URBINA

El multifacético inspector de la escuela pública de Merken, conocido también como Few Lights (Pocas Luces) se trasladará próximamente a la urbe de Miradios para filmar las primeras escenas del rodaje de una fastuosa cinta documental. 

Actualizado hoy después de ayer por Desli Zada

 (www.mascahuin.cl) © Copyright
La gran escena del documental será develada durante las agobiantes  horas del desvelo nupcial, por un descolocado director de cine experimental. Few Lights es el reposado cineasta que pretende exhibir la exclusiva banderola de una lid expuesta, mediante una retórica excesivamente creativa; durante una serie de torrentes tertulias destornilladas por roqueros y trotamundos, en el ya famoso refugio de la provincia del Merken. Es la propuesta de un vistoso director de cine visco y poetante arropado con atuendos de un canchero, combinadas con las de un digno patachero; cuyo propósito no es otro que reseñar el rechinante albor de una vida plena de caldos de cabeza y acuosas sopas de letras; de esto que suele llamarse “dulce y agraz”, como la mismísima vida del casi vate Agustín Carrera.                                        Se trata de exponer una utopía de lid izada en el nidal de la literadura por casi 30 años. Alzada por quien, medio siglo después del mítico año 1957 - año del propicio júbilo en la comarca del Merken - se convirtió en la figura emblemática del lalismo. De esa desconocida escuela de la literadura, cuya mayor dificultad es ser confundida con el no muy lejano creacionismo de ayer; eso si, con respeto y guardando las debidas proporciones, ahora guardadas en la bitácora del teniente bello y, refrendado en el Libro de Giles para anotar uno que otro record. Acto realizado en primera instancia por el genialísimo escapista de los vericuetos literarios; el afamado maestro Vigente Huiderobos, cuyo origen trasvasa desde el popular balneario de Carta Ajena, hasta asombrar al resto del mundo con una marejada de hermosa y rotunda palabrería.
Las claquetas sonaron entonces, ensordeciendo a los nutridos intrusos que pululaban por los alrededores del entarimado erigido especialmente para la ocasión; aunque sin la intención de reforzar la clasificación de urbina sordina, como suele ser denominada la esotérica ciudad de Miradios; pero en “buena onda” como dicen los jóvenes del paradisíaco lugar.                     Las imágenes dibujadas en las maquetas; en los “story board” y los borradores a mano alzada hurgaron escenas con parajes, donde pudiera apreciarse esa particular esencia arquitectónica; que, como zozobra silenciosa atrae entre otros a los reflexivos lalistas; para, después de esto, llevarlos hasta el fondo profundo de sus propios recovecos. Situación que, justamente, es de lo cual se reviste la poética ciudad de más allá. Es un hálito de misticismo e intelectualidad insuperable para el vencedor de cualquier campeonato de rayuela. Se buscó aquellos restos vírgenes del pasado, aún ocultos entre los belvederes y a merced de las tupidas lluvias; de los verdosos helechos y, de los frondosos edificios que albergan nativos habituados a proliferar entre la camilla y el catre de cuatro perillas; como si alguien quisiera hallar sabor parecido a la cocción de la criadilla y la otra cría; como si las escenas idílicas estuviesen más cerca de la ermita que del eremita de la esquina redonda de la economía; entre el yerro y el hierro viejo del herraje aterciopelado.                                                          Aplicar tal escenografía en el rodaje del documental; es tratar de encontrar la escena cumbre; como el sueño sublime de un afamado director de cine. Esto es característico de todos los artistas audiovisuales que se desviven por hacer alguna toma de fotografía excepcional; de todos aquellos que aman los escenarios, los entablados, las tarimas, proscenios y ruedos. Esto es casi igual en lo particular y más restringido o acotado aún, en el caso de los que afanan en la puesta en escena de una obra o guión. Del director nuestro, que es algo corto de vista, mucho se puede especular; pero como es poseedor de una gran óptica cinematográfica, creemos que esta vez seremos testigos de una gran película. De lo que podríamos llamar, de acuerdo al protocolo de un cinéfilo, “Una obra de arte, del séptimo arte”.Se exploraron escenas campestres donde el corretaje de carruajes y la trinca de leños parecían estar demasiado cerca de lo común, como imposible es encontrar tres dados en el sarcófago del santuario o, quizás malandras en la casa de reposo de la heroica cofradía de patacheros y lalistas.  Según informaciones difundidas por el pasquín “La Oreja de Van Go”, los productores de la película se unieron a un conserje encargado de la repartija de lagartijas en la feria de las pulgas. Tal juntura financiera cuenta además con varios almaceneros y otros tantos dueños de arcanas pulperías, asesorados esta vez a contra pie con aguzados barreneros – según ellos mismos – contratados para iniciar honduras en los anónimos cuartos oscuros de las penitenciarias. Todo esto, con el propósito de financiar la adquisición adecuada de una tosca licuadora de aserrín y, para contar con la participación desinteresada de “el candado”, y un pintor adiestrado en esto del cubismo dentro de un cubil de dos por dos. Nadie podía quedar fuera del magno evento cinematográfico; “el candado” no podía ser la excepción.    Con él -  se presume - se abrirán todas las puertas del espectáculo; con él se puede actuar en toda escenografía; cualquiera sea esta; y los obstáculos no son impedimentos para sus tentáculos.                                                              El proyecto del director de origen miradodiano - y patachero por adopción - el controvertido Few Lights, ganador de varios premios de consuelo por sus documentales realizados con cámaras de video y teléfonos móviles, fue muy bien acogido desde el principio por los deudos del último funeral realizado en el cementerio de Miradios. Se espera en esta ocasión que su lúcido proyecto rente como el taxímetro en la taquilla, pues espera pagar los contratos de los deudos llorones de su última puesta en escena y, para causar la envidia generalizada de los directores extranjeros que no pudieron sacar adelante trabajos similares.                                                                                              Prestigiosos directores de la talla de Gudi Allen, Estanly Kubric, Claudio Chabrol, Luz Buñuel, Pedro Almohada Bar, Lucio Ruiz intentaron realizar algo parecido. Pero en el homenaje a la urbe, en el que el maestro de la luz, nuestro Few Lights participa actualmente, no puede hallarse comparación alguna. Él es el mejor director de cine que la academia circense ha lanzado al estrellato.                                                                                  Bajo el título “The refuge of the heroes” El Refugio de los héroes, se pretende mostrar una secuencia de iconos en tono sepia de los rostros inéditos, de la creación artística de la provincia del Merken. La idea es arrimar el gran proyecto del casi vate al resto del mundo, mostrando con orgullo que en Merken también se cuecen habas, y que los lalistas y patacheros de la localidad, son los mejores en esto de la raspadura de los peroles y, que para las untadas con migajas sobre olladas ennegrecidas por el hollín de leños enmohecidos, no se requiere de cubiertos de plata. El novel director de la comarca; quien, anteriormente fue productor de varios intentos cinematográficos; esta vez se asesoró con los maestros de la academia de adiestramiento circense. No quiere que el film se convierta en película de diversión familiar, sólo para las aburridas tardes de Domingo; apuesta al premio máximo de la academia cinematográfica del país del gran cañón. Si no es nominado como “Mejor director”, aspira al premio “propuesta novel”, ya que reencarna al Chamorro ese, que hace de todo con tal de mantener vivo el espectáculo circense. Sigue con entusiasmo los pasos en el mundo del cine, como en casi todo lo que hace; de la misma manera como el casi vate; quien, sabemos: “hace lo que puede - siempre para bien - pero casi todo le sale mal” Situación perfecta para nuevos intentos –eso le agrada - Inéditos testimonios de transeúntes auguran por su parte un gran éxito, pues las escenas observadas causaron expectación y asombro. Se enriquece así - lentamente - el ambiente cultural debido a la audacia de esta cinta, cuya fecha de estreno y el movie Stara, no han renunciado al enrollo del arroyado.  Plop

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