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El Ictiocefalolalista

PREMIO CHANCHO RECHINADOR

Agustín Carrera; el casi vate originario de la provincia del Merken. El refugiado que describe poesillas sentado en la silla de una tal Sofía, casi obtiene el premio para poetantes noveles denominado “EL CHANCHO RECHINADOR DE LA LITERADURA”. Dicen que se resbaló al pisar una lata que contenía betún para calzados, rato antes de ser recibido por error por una alpargata enjaulada. Así aparece descrito este episodio en la página de las salpicaduras del diario “El Cahuin”, un pasquín conocido además por difundir las vicisitudes esotéricas, de las esculturales incultas que pululan por las plazoletas del vecindario. Una deliciosa anécdota, rica en pormenores que da cuenta de este nuevo fracaso en las arenas literarias.

Actualizado hoy después de ayer sin percatarse del mañana para el pasquín “La Oreja de Van Go”, por Ina Alámbrica (www.mascahuin.cl) Copyright ©

Términos y condiciones de la información del otro pasquín “the pear matures”      Fuente : the cuncuna in the gutter

El casi vate Agustín Carrera, con la obra “Un Recetario de Merkén” Una obra no descrita en etiquetas de latas y menos en aquellas cuyo contenido reserve conservas batidas, casi obtiene el Premio Hispanolalista de Poesía Recetaria. Este premio es conocido además en el mundo del contubernio astronómico como el “Premio Nupcial de la viuda por encargos”. Quienes insuflan en el mundillo de la LITERADURA; saben que es una premiación organizada por los patacheros de la aderezada comunidad de los platos rotos; tan adictos a la copucha con capucha como a la sopa de letras condimentada. Tan comensales adictos al merken y otros aderezos de alérgico apéndice, como a las aceleradas bajadas cerro abajo. El recetario es como la rosa de los vientos de acero entre techos enmohecidos, debido al polvo de un cometa en picada sobre un estado de hibernación, simulando ser una rosa de cuatro nudos ciegos; o una mezcla de hormigón preparada para embetunar una hamaca con cinco argollas doradas. El premio es como las carretas de tiro desusadas por falta de bueyes y, abandonadas a la vera del camino, por que los yugos importados de la Asia Delmasallá, no contaban con la restricción vehicular; como los demás estados malhumorados.                                                                                                                       En este recetario; por lo demás, se pueden descifrar, más de una pila de anuncios proselitistas y diversos parlamentos conductuales; sobre todo los reglamentados en medio de una trifulca descalza y sin fuero, que unos cuantos desalmados mal gestados dejaron en las crestas espumosas de las viejas olas musicales. No faltan quienes quieren reírse de los caimanes y albañiles girando la hoja de rasurar; como un cocodrilo despistado dentro de una bañera. Todo esto puede observarse y suceder durante ese pequeño lapso de la parte sin medida de un cuarto de la jornada. En cuanto a lo consiguiente al asta de un animal, utilizado para la farándula de radioemisoras de jornada completa; podemos decir que las aeronaves estrambóticas de un país sin banderas; jamás podrían aterrizar en la terraza curva del mercado; ni menos acercarse a la cuadra descuadrada de una esquina redonda de la economía.                                    En esta tierra conocida como Delmasallá; la ley del transito superó la ley del pescuezo frito; “Y esto es tan cierto como el ojo en tinta después de un anhelo mal agradecido” Cuando el casi vate hizo este recuento del recetario familiar; lo primero que sugirió; fue eliminar la sal del salero. “Cuando un huevo quiere sal, es por que tiene recurrentes añoranzas de la vieja revoltura de la salmuera” y; por lo tanto no es necesario recurrir a esa vieja bruja que disimula su carencia de la escoba con espigas rasgadoras; como ocurre con una mujer recién desenterrada. O sea, todo esto puede suceder; siempre y cuando usted no infle los globos de una fiesta de aniversario con el soplete. Cuando es así; es preferible evitar este tipo de colapsos de trapecios y columpios. Cuando el viento choca sobre una rosa fabricada para los cuatro dioses de la ventolera; nadie entonces debe objetar la dirección que asume libremente el artificio de los peroles ardientes. O sea, nadie puede dejar de enfocar la llama de la filosa roca altiplánica. Cuando la dirección de los vientos apunta a la ignominiosa reverberación de las ideas dislocadas; es como salir del paso con huevos duros y sin sales aromáticas a cuestas. Esto es causal de una expulsión masiva de las canchas de estacionamiento; y quedar propenso al arresto domiciliario en las redes de un arco goleador. Ser postulante a estos premios, como el mencionado anteriormente, trae consigo piticlines y consecuencias; y por cierto; de estudios por la seriedad de los problemas estomacales que causa” Así dice el anuncio recetario para quienes ya vivieron el medio siglo. “No cualquiera puede postular al premio”El director del Instituto Cultural Delmasacá, el grafitero Peri Tonitis de Aguda Sinusitis, quien además es el presidente del tornado cultural de este invierno; recalcó durante el fallo: “el poema casi ganador es rasca e impresentable, pero octogonalmente original; descrito en prosa muy cercana a lo probo y con un lenguaje interminablemente desubicado; con grandes escenas especulativas y a veces casi al borde de lo eyectable. Muchas veces rozado con el cierre de la realidad” Nadie entendió lo que quiso decir, pero según uno de los invitados presentes, aplaudieron a rabiar esta parte desenredada del discurso. Pedro Roca Pedroso; un casi de todo que nunca terminó de beber la mitad decantada de una caña rebosante de pipeño, descubrió a mal traer la obra casi ganadora antes que se convirtiera en una "palestra colorinche y, que, de acuerdo a la cuerda de sus principios; ésta, con toda facilidad, nos transportará a las luminosas cavidades de un artesano en yeso molido. Eso si, recalcó; nos mantendrá boquiabiertos hasta la última palabra de la promesa de un poema”.Por su parte, la conviviente del presidente de la asociación rural patachera; originaria de la misma provincia Delmasacá, doña Perspicacia Dubitativa; reveló que no pudo hablar con el casi vate Agustín Carrera, y dejó debajo del choapino sus claves de música, para desabotonar los vientos y sus botines de casorios pasados.                 Si es que tuviese que recibir la buena noticia del premio, dotado con 100 cupones “vale otro”  donados para esta ocasión por el dueño del restaurante de la esquina redonda de la economía; no los canjearía por nada del mundo, y menos de una sola vez; lo haría a lo lejos y a pedacitos, como lo hacen los labios de las que no saben querer con intensidad. Pepo Plop destacó además la elevada participación en esta edición, con no más de 5 ejemplares presentados; de los que se han preseleccionado solo cuatro. Ni la mitad respecto de lo ocurrido el año pasado. Dijo como alcance. El premio lleva el nombre del profiláctico poeta de la letra rebuscada y siempre limpia don Límpido Nugget Calzabotta; ganador alguna vez del “Premio Asseo de literatura”. Existen recuerdos en mi descontrolada memoria de caballero que: “este premio era bueno cuando no tenía influencias; ni influenza” Esta es la misma enfermedad que más tarde lo haría morir de la risa por anadipsia vinosa. Lo más increíble de este mecenas de los pobres poetas, es que fue a parar a la desembocadura de un río seco; tras recorrer supuestamente varios caudales sin fronteras, intentando escapar de las mallas y la mala noche y; de los mejunjes de brujerías de su mujer. Lo cierto es que la receta de la felicidad no está descrita en este exabrupto descriptivo de aderezos, condimentos, insumos culinarios, etc.; este recetario sólo pretende desclasificar los archivos secretos de una remota antepasada y, desenterrar una serie de recetas demasiado condimentadas. Quien quiere atreverse a verse versando mientras anda, que se atreva como atrevido en las traviesas vías de una gran vía. ¡Ahí lo quiero ver!  jeje 

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