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El Ictiocefalolalista

DES PRECIA DO DES PREMIA DO DEL MI A DO

Próximamente el Presidente del Club de Rayuela de la Provincia del Merken, en conjunto con el viejo Guarda Marina de los Mares del Puerto de los Truenos, dará a conocer al ganador del Premio Novel de la Literadura 2006.Actualizada hoy después de ayer, por Veri Cueto (www.cahuin.cl) Copyright ©          El apetitoso concurso pensado para patacheros; por el que rechinan muchos camastros de lalistas y escritores, vates, poetas y cuenteros, valga tal aclaración, se hace agua en las lenguas de lija de editores de pasquines y oficinistas con afanes diversos y distintos.                                                                                               Se dice que quienes nunca obtienen el galardón son los más felices, pero quienes finalmente lo logran arrastran a sus cuentas bancarias miles de pesos pesados de cuantiosa valía; y que bien podrían causar en el lumpen criollo el sunami de la generalizada envidia. También podría provocar una eventual estampida económica en la bancada de los mediocres de copete subido.                                                         Existen tres listas diferentes que hacen distingos entre los participantes y los que ni siquiera fueron invitados: En primer lugar están los nominados para el premio; que en verdad suelen ser más de los que se necesitan; en segundo lugar están los despreciados por que si; sin justificación alguna de por medio que fundamente claramente tal determinación. Están enrolados así, solamente por un rollo de no querer premiarlos, como es el caso del casi vate Agustín Carrera. Y en tercer lugar se encuentran los que ni siquiera se arriman a otear a la nueva vecina, ya divorciada, cuando ésta afana tendiendo su hermosa ropa intima.                                                ¡No hay problema! dice el autor de “El Ictiocefalolalista” Si no estás en una de estas listas, igual puedes retirar un número del dispensador de algún centro médico; es de perogrullo que ahí serás atendido sin mayores inconvenientes; claro que antes tienes que pagar el costo nominal de la consulta. ¡Eso es lo de menos! La palabrería de los agentes de la poesía, el rechinar de los arcaicos vates de la literadura, sólo puede compararse con anteriores casos de similar tratamiento y desprecio. Este es un país extraño que premia a los suyos, sólo cuando se está seguro de que la prensa internacional ya acreditó mediante una publicación, una premiación del estilo, con anterioridad, con meses, o quizás con años de historia ya consabida.                                Según las encuestas realizadas por varios cuenta cuentos y por más de algún ejecutivo de alguna cuenta publicitaria de alguna tienda política, sólo son algunos nombres los que se asoman por la rendija del telón para esta premiación.                        A decir: por la comarca clásica llamada la comarca de La Intervención, está siendo postulado el siempre ladino palabrero Pedro Urdemales; tal nominación se debe a su navegante estilo de mareo literario y, por contar con suficiente carrete lalista como para elevar un barrilete hasta la mismísima luna; donde se dice que podría hacerle hasta un guiño a su enigmático lado oscuro. Tal astucia lo hizo asir un titulo de la misma University of the Life. Hay que ser agradecidos, es lo razonable, pues su inmejorable parloteo, hizo posible el encierro definitivo del “Cacho de Cabra” en algún olvidado socavón del faldeo cordillerano, allá en el norte donde sopla el viento seco y la poesía se hace arenisca y atardecer. Pedro Urdemales fue traducido al jerigonza, al flaite y a otros idiomas de calañas dudosas. Su desprestigio se arraiga en alcurnias superiores, pero a pesar de esto hay que dar crédito y mérito al  popular arraigo acontecido entre una clase social de poco montaje y, una subcultura de hermosos postergados adictos a la sonrisa. Pedro Urdemales no engaña con su antología “Titán de la Mancha” donde se refería así a “El Quijote”.Se trata ésta de una sopa de letras y de un mejunje hecho a base de caracoles, caraoke, caracolas, carachos, coliguachos, cocacola y colas caras.                                                                                       Por el tugurio de los despapelados; o sea, de los que no tienen ni siquiera donde escribir, se nominó entre otros al narrador don Pepo Plop que, entre sus escritos dejó en la palestra el conflictivo vínculo establecido entre los establos y la marginalidad de los cuidadores de las yeguas del carro funerario. Hemos de decir que Pepo Plop declaró sus impuestos con billetes fotocopiados y fue capaz de denunciarse a si mismo ante los tribunales por tal cometido engañoso y atrevido. Quiso establecer así su aversión al sistema, pues siempre manifestó su desacuerdo con los impuestos gravados a la cultura, al pensamiento y a las ideas. ¡El sistema es hostigante! dijo al salir de la ducha con un capuchino que cubría su cuerpo semidesnudo; solía bañarse con calzoncillos. Recordemos además que Pepo Plop cuenta entre sus enemigos a desadaptados sociales tales como los prepotentes y subidos de tono que se enriquecen con las deudas de los desposeídos. “La vida es nueva, la muerte es vieja” fue editada por la principal editorial de su comarca; y, en este escrito queda reflejada la luz de una idea que supera lo religioso.                                                                                                         Otro lalista proviene de una comarca más lejana; de la Gran Bretaña. Según los críticos, Jaime Bond es el mejor lalista ingles. Pero los lectores de comics insisten en que su temática siga siendo la zaga del zaguán; la manera como escupía la espía de la pía y como desenvolvía el turrón del morrón sin pepas. Bond tiene buena acogida entre las lectoras del tiempo - de los diversos canales de televisión - por sus asertivos pronósticos del calentamiento global ¿Tendrá algo que ver la silicona que se ha visto globalizada entre tan vistosas damas del tiempo?                                                   Allende la cordillera, y más acá del océano que sepultó navíos de guerra de diferentes banderas; o sea, que fueron hundidos en pleno territorio mediterráneo; ahora, donde se encuentra vivo uno de los exponentes más locuaces y armoniosos de la milonga, ubicamos un lalista que escribe además como los dioses frente al televisor. El mismo nos pidió resguardar su sabrosa identidad porteña, pues no quería verse envuelto con la mortaja del desaire. Sin embargo podemos decir que nada tiene que envidiarle a su compatriota que relata los partidos de fútbol en la bombonera ¡Es excelente relator y un vivaz narrador de ficciones deportivas!                                El territorio de las comarcas sin marcas, donde mora y se demora el casi vate Agustín Carrera, reconoce en el escritor y ensayista asiático de origen siberiano Gorjeo Ikakareo, que la obra de ficción más cercana a la medianoche de la hora veinticuatro es la hora misma. Esta última obra nos narra de la hora que realmente no existe. Todo esto comienza en el mismo instante que llega el minutero a su precisa ubicación. Son hojas y hojas que se deshojan en un polémico desenlace, donde los minutos son los personajes más importantes del recorrido cronométrico. La jornada tiene una hora cero y de ahí viene esa gran confusión temporal. Lo mismo ocurre con la concepción del tiempo vital; reflexiona el casi vate y, concuerda con su amigo extranjero Ykakareo. El tiempo vital comienza en el instante que el espermatozoide atraviesa las paredes del óvulo; esa es la real dimensión del tiempo de un individuo cualquiera; no sucede después como algunos pretenden; y de ahí entonces es que el aborto se transforma en un asesinato; es así por que se acota el tiempo vital de un ser vivo. Agustín Carrera concuerda con esta visión, traslada esto a sus principios lalistas; pues sus derechos intelectuales como autor se forjan en la mente y no cuando se plasman sus ideas en un pedazo de papel. El sólo acto de pensar debe ser valorado.  JAZZ 

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