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El Ictiocefalolalista

COCTELERA DEL CASI VATE

Pasquín “La Oreja de Van Go” revela los ingredientes del mejunje utilizado por el casi vate como brebaje mañanero, para capear la oleada de malos síntomas debido a los aterrizajes forzosos acaecidos en las resbaladizas pistas del camastro; en las autopistas de ciertas chinganas y en cuanto pijama party se asoma; donde cae, rebota y despierta como si fuera un bulto de utilería y, en calidad de un hábil paracaidista de mil descensos. Actualizado hoy después de ayer por Mara Cuyá (www.mascahuin.cl)       © Copyright                                                                                          ¿Cuáles son los componentes del mentado brebaje? Uno de los componentes de este brebaje se asemeja al “levanta muertos” mezclado por la tía Cloromira y, usado eficazmente – frecuentemente, según las rimas deslenguadas de algunas mujeres del barrio más izado del puerto de los truenos, allá, en la otra esquina de la economía. Mientras la fantasía de la parienta era estimulada durante sus desvelos, instándola a concretar los más exitosos apareamientos con su embriagado esposo. El brebaje consiste en la mezcolanza de harinas tostadas con pipeños de enjundia y cepa criolla muy apetitosa por estos lares; que, aliados con otros brebajes efervescentes – por cierto - recetados por el único boticario del empinado barrio, son capaces de levantar hasta los añosos durmientes de la línea férrea. Este brebaje no excluye a los opíparos café expresos aconchados en tazones de hondo talaje - recomendados por otros curadores, de igual o mejor resultado, en esto de aliviar tan incómodos malestares – brebajes que en todo caso deben ser degustados con o sin toma de conciencia. ¿Además de esto se necesita algo más?Es aconsejable realizarse un sobaje con ungüento hecho de cenizas de puchos, amalgamadas con olorosos óleos. Estos amasijos corpóreos deben ser aplicados durante unos cuantos minutos, ojalá previo a ese ineludible chapuzón en la tinaja de agua fría, de indiscutible resultado; siempre y cuando el acuatizaje se haga en la mismísima y desnuda intemperie. Acción – en todo caso - de “pela cables” que,  además, se recomienda, debe ser ejecutada mientras las primeras notas del canturreo del gallo ensordecen a los viejos durmientes mencionados anteriormente. Esto último podría ser reemplazado por una certera zambullida en la noria o en alguna acequia de regadío agrícola, como la que serpentea frente al mítico refugio de los poetantes. Para realizar la presente cura descrita, se requiere ante todo de la mayor precisión y certeza, pues los rasmillones y contusiones debido a una caída libre mal calibrada, podría causar males peores, como la asistencia a una serie de sesiones curativas de otra índole.  ¿Es recomendable el brebaje, masajes y chapuzones para la cura?Estas cardiacas curas (sanaciones) no son aptas para quienes sufren de espanto o tienen callosidades en las uñosas agarraderas, o padecen alguna enfermedad derivada de la alopecia, calvicie o del severo lampiñismo; pues horrorizan hasta los mismos fantasmas de quienes sufren el deliriums tremens y, su carnavalesca parafernalia de terrores causados por los terrones de azúcar mal sancochada. ¿Qué mejor cura entonces para la fea resaca?  ¿Es bueno fregar el piso para pulir las tablas enmohecidas por el llanto?Al parecer el polen de las mieleras y los huevos de las ponedoras; indistintamente, tienen como enredoso lío de vida, crear inestables conventillos para urdir canallescos acosos y, con las mismas consecuencias de siempre; con, también, las mismas circunstancias de otrora. La ebriedad, la embriaguez o cura como también es conocida esa sensación de inestable mareo etílico, nace del amargo llanto de la pena o, quizás, del mismo propio despecho. También lo hace desde las lúdicas alegrías pasajeras de la vida. Es que el desorden químico y psíquico es tan natural, como lo es la pediculosis en los escolares de la primaria. Hay quienes amenazan con dar a conocer la dosis exacta de las sustancias utilizadas, para conseguir sus propios brebajes curadores; ya que saben cuanto valor se apiña en esto de la bolsa de comercio y, por que además, ya saben de que se trata esto de los delirios que amenazan con peligrosos desequilibrios en la cuerda floja, sobretodo de aquellos causados por una jarana o, los que se asoman durante el voleo a mansalva, para el manoseo de una mariposa en medio de la bandada de la última chingana abierta.¿Existe alguna alternativa?El pipeño es el antidepresivo por excelencia para los heridos con las saetas del acoso querendón. El tintorro – como es sabido - provoca, tanto para las bendiciones del camastro como para las peores deformaciones faciales – las acontecidas en una mala noche de juerga, por ejemplo - las mismas consecuencias y las mismas ideas de un tambaleante conquistador de pacotillas. Se diría entonces que las mismas consecuencias son capaces de equilibrarse por si solas, bastante bien, en cualquiera de los dos cabos de la cuerda floja. Quienes pretendan dulcificarse con el néctar de una esquiva boquita de cereza y, quienes necesiten embragar su propia caja de cambios para conseguir adecuadas velocidades o, quienes requieran arrancarse las jinetas para besar la novia del bello teniente, deben buscar primero estos milagrosos brebajes. No deben olvidarse que así es como se arrastran los pesares al camastro - muchas veces – hasta se esconden entre los armarios, alacenas, estantes, roperos y buhardillas de sus propios hogares; e incluso debajo de la escalera. Así, con tanto escondrijo de por medio es difícil encontrar el rumbo que nos oriente de a uno, directamente a la recta pista de aterrizaje; donde, por cierto, además, se encuentra la fría y triste realidad. Hay quienes, en consecuencia, se encuentran de sopetón con ésta; ya sea con un uslero amenazante o con retumbantes monsergas de bruja encolerizada. Tan desagradables como lo son las molestas órdenes del sargento para conseguir obediencia en la barraca del regimiento.  ¿Se trata de una heredad, esto de la saudade, esto del insomnio, la depresión y el suicidio colectivo?Qué los lalistas, patacheros y poetantes tengan problemas para el roncado y el sosiego antes del canturreo del gallo madrugador, teniendo así que acudir a la ingesta de variopintos brebajes y, mientras la tertulia no acalla entre los recovecos del refugio. Y que posteriormente utilicen mejunjes para apaciguar incómodos malestares de tripadas; sin mencionar los síntomas nefastos de la resaca con oleajes y tinnitus incluido; no quiere decir que sean males exclusivos de sus afanes. Nadie podrá evitar las curas y las respectivas curaciones de futuros discípulos, ya sea de los que se asilan en el refugio del casi vate, o de aquellos que se esconden debajo de los puentes, o en los camastros emperifollados con sabanas de seda. ¿Tinnitus?Si, es eso que, con mayor  frecuencia, atormenta a los diagnosticados como acúfenos. ¿Me escuchan? Es ese nefasto ruidito; que, cual oleaje de mar agitado, similar también al chisporroteo de huevo frito en un hirviente perol, molesta hasta conseguir el desequilibrio sobre la solvencia de una formidable cuerda floja. Esto tampoco es exclusividad propia del medio, donde la literadura se asoma como el único apostador horizontal de la vida bella y, con ojos entrecerrados, hurgando la figura tersa de una fémina en la penumbra. Cuyos discípulos tienen además como único objetivo, arrumar la mágica garúa del sur con la silente soledad misma del planeta; existente sólo allá, en los arenales energizados del hermoso norte arenisco. Esta es la simbiosis de la palabrería culta; de la buena palabra y de la constructiva evolución del armatoste de los horarios; del artilugio de las maravillas oculares; de los paisajes y las vibraciones imperceptibles de la naturaleza. ¿Qué pasa si no pasa algo con el brebaje?Esta es la ocasión propicia para internarse en un centro de rehabilitación,  especializado en tratamientos de adicción curativa o, para tratamientos de curaciones palpables antes de la cura, en medio de la cura y después de la cura. Cada caso es particular; pero también es conveniente recordar que hay algunos, cuyos requerimientos curativos pasan por las sotanas de un cura. Sin embargo los dardos, los dados y los dedos adiestrados para la magia y la magistratura, para la atadura y la literadura, sólo requieren de este humilde brebaje mencionado anteriormente. Cuando el pálpito hace que el papel del púlpito sea escrito diestramente por la mano del escritor, entonces es ahí, en el pupitre, cuando podemos afirmar, como consecuencia lógica, que el latido está enrielado correctamente en las cuartillas; en las líneas desordenadas de cualquier parte de matrimonio realizado en un cuchitril cualquiera, como los que se llevan a cabo en la techumbre del refugio del casi vate, al borde del colapso por un caso de lapso mal estacionado. ¿Es tan cierta la receta?La receta es casi siempre incorrecta; es casi siempre esotérica y quizás hasta sea secreto absoluto, de todo aquel que se asila en el estado etílico sin cartografía alguna, aún; como ocurre con el territorio de los lalistas acostumbrados al palabreo en las esquinas; a las tertulias en los antros donde se quita la pena. Eso si; se advierte lo siguiente: los contribuyentes que osen delación o auscultación de la zupia al fondo del perol del cocimiento, serán torturados con el silencio de la palabrería más austera de los neonatos y, además, castigados con la ceguera misma de la sombra más oscura. ¡Que atrevimiento más torpe! – Madre mía - ¿No? Es como si el feto estuviese resignado a describir la crónica de su nacimiento. No, pues, eso no es posible. El secretismo del que nace también tiene sus ventajas. ¿No cree? Hip

 

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