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El Ictiocefalolalista

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Las posesas lidiantes del uslero y las revolucionarias “demoñorojo” que ansiosas regurgitan invocaciones a la trifulca de la escoba, son invitadas esta vez al refugio de la Provincia del Merken para rendir un homenaje a los poetantes del desentierro provisorio. Allá en la techumbre del refugio de las mil miradas, cuya oteo es a la bellísima luna desnuda, se delata entre cada ponencia, la recóndita POESILLA del casi vate.  Actualizado hoy después de ayer por Enrique Cimiento (www.mascahuin.cl) © Copyright “Y cuando la misma cara oculta de la luna sienta el rubor plateado de los ojos brillantes de cuanto enamorado existe, su pálida sonrisa descubrirán”.  La métrica sin medida de los durmientes desencadenados; causantes de cuanto desastre queda después del enhebro de silabas. Con los más extraños relatos de los refugiados y algunas cadenciosas aproximaciones del propio Agustín Carrera, rechinaron con la energía pura del Wetripantu (año nuevo Mapuche), al anochecer con una media luna y a media vela, poco antes del cacareo de ese santoral como pocos existen en el calendario. Sucedió antes de las rogativas del amanecer y durante los discursos de la ponencia de un día alargado como la “Pata de la gallina”; en un recital de “meteipóngale” organizado por un contubernio de poetas del más allá, y de otros cuantos correligionarios de la misma provincia del Merken. Celebraron así – a pesar de todo presagio - el día de la regeneración. Nos aclaran inmediatamente que el humano no se ha renovado como debería hacerlo. La especie humana está enfrascada en un torpe apego por el mero enriquecimiento; haciendo honor al estruendoso poder platachero; consiguiendo gratuitamente la extinción de las especies más vulnerables y el alejamiento de la noble Ñuke-Mapu (Pacha Mama). De la gigantesca obra poética puede uno darse cuenta, del dolor de estos últimos Viejos Héroes de las Palabras, por aquel triste empequeñecimiento. En un acto enmarcado dentro del Año Nuevo Mapuche, con un Festival de la Poesía Sustentable organizado por el Club de la Rayuela, finalmente se dilucidó la travesía de la Lucía. En la provincia del Merken se develó la repugnante  arcada de una arca desfinanciada, perteneciente a la tejuela de los uniformes grises. Los Poemas de Rayuela consiguieron develar el oscuro origen de los pesados tejos de una que quiso ser ascensorista en un edificio público; sin darse cuenta - pálida de patudez - que la enorme cantidad de banderas arrasadas, era por que su arremetida se hizo con fuego y balas; felonías y traición, mientras atravezaba la traviesa cuerda floja, hurgando cuanto joyero hubo de disponerse frente a sus angulosos desafíos de poder. La singular ponencia se sostuvo en el podio, encaramada con la presencia de féminas antojadizas y de excelente maniobrar con la palabrería de la literadura. Fueron escuchadas y ojeadas por los lalistas desde una posición desacostumbrada para ellos. Ellas - en tanto – fueron las grandes innovadoras del redil de los asilados por causa de la barrida de la poesía; ellas hicieron huir de los camastros rechinadores, a cuanto quejumbroso se paseó por la polvareda.  ¿A que se debió el homenaje entonces?"Bueno, este es otro apogeo de una juntura cualquiera en el que he invertido mis últimos cincuenta años de travesía por al cuerda floja", explicó el casi vate de las mil tertulias imaginarias; responsable además de la apoteósica ponencia de las miríadas del uslero y de las innumerables barrenderas de la escoba. Después de todo se describe para y por ellas, como trova aquel guatemalteco de ladina voz en los escenarios de las anticuarias. Después de todo son ellas las que inspiran el polvo de los viejos lalistas; ya sea por su escaso sentido del humor o por su sintomático apego al falso rumor; sea por su ida a la quinta avenida con una “pato gallina” o por su allegamiento a la barrida de tacos con paño de terciopelo; ya sea por su belleza o por la acostumbrada mala noche de sus vidas; sea por su ausencia silenciosa o por su bullente presencia en la trifulca de los celos; sea por querer o por no querer, por cocinar o por aguar las fiestas de antaño o del Toño Toyo; en fin, por lo que sea se escribe sobre ellas. Se narra por sobre sus encantos y también por debajo de sus desencantos, se habla de su lealtad y también de sus sucias jugadas sobre el tablero de ajedrez - en realidad se dicen cosas de ellas por cualquier razón o motivo - Y ellas aprovechándose de los mismos juegos de llaves, dicen mucho sobre nosotros; aunque no nos agrade su excesivo decir. Pero ojo con las hojas de la historia, miren que estas las escriben hombres y no mujeres. En cuanto a esto es cosa de ojear la enciclopedia de la añeja centuria. La mala noche del poeta acaba cuando clarea en el camastro con la “otra”, que lo hace olvidar completamente a la “ostra”; a esa que se acalla en su soberbio silencio. Y esto es común para quienes buscan paz en este refugio. ¡Y ellas lo saben! ¡Y es a esto que vinieron! Lo hicieron para conocer, exponer y aprender de esta juntura de palabrerías y homenaje. La verdad es que no necesariamente se homenajea al refugiado. Se homenajea a todos los que otean la luna después de la gran guerra del uslero. Se quiere homenajear a los osados; a los refugiados que no cejan en buscar el amor después de una noche de tropiezos cuesta abajo. No importa cuantas derrotas les sean infligidas con justicia o error - no importa - Lo verdaderamente relevante para un refugiado, es su clara valentía para enfrentarse con las obreras predilectas de la guerra sin sentido. Sospechan que todo está escrito en alguna página del bagaje de la literadura, y que finalmente educa para el encumbramiento del el tricolor barrilete de la victoria.Las lunáticas deberían sentirse mal por no haber dedicado aún una poesía, a ese que fue capaz de nadar hasta altas horas de la noche; que nadó hasta ahogarse por perseguir la luna en las aguas del cristalino tranque; o de ese otro que logró captar una imagen de su cara oculta, en un descuido de esta última cuando también desnuda se bañaba. Quieran los Antiguos Héroes de las Palabras que las lunáticas se animen a escribir ese fabuloso poema, donde se describa la osadía de los adoradores de la palidez; ahondó Agustín Carrera, quien realizó la introducción de las ponencias, donde también se oyeron suspiros de las visitadoras. Las que finalmente se comportaron como las eficientes visitadoras del Amigo Pantaleón. ¡Es la magia de las hojas de un libro que narra la guerra del amor, y la  soledad del soldado! El refugio es considerado por muchos como el lugar predilecto de la poesía, ya que fue capaz de rescatar el lenguaje más hermoso proveniente de la literadura. Las Féminas finalmente reconocieron en el Casi Vate, al  fundador de la Pura POESILLA. A esa poesía que nace en el sofá de una tal Sofía, y que se extendió a los sillones de otras enmascaradas; las que encaramadas escucharon diversos versos de la querencia. La POESILLA es el gran acierto del Casi Vate, ahora enclaustrado en la carlinga de una nave giratoria que lo impulsa hasta besuquear el rostro oculto de la luna. Es el único piloto amante que usa de bitácora los labios ocultos de una paraola, esa pirca de hermosos pedruscos que existe allá en la otra orilla del universo, quien además le prometió un beso antes que la luna cerrara sus labios para no sentir los del extranjero.¿Nadie se había percatado de estas POESILLAS? La verdad es que fue en un sofá donde comencé y donde posteriormente recordé que había escrito estas sencillas POESILLAS. Estaba triste y abrí una antigua cuartilla llena de palabrerías. No me acordaba para nada de estas POESILLAS. Si no hubiese sido por la tristeza jamás las habría retomado. Dar con ellas me llenó de alegría y satisfacción, y esta alegría hizo que las expusiera trastrabillando escalera abajo. Posteriormente fueron leídas por la editora del pasquín “La Oreja de Van Go” y como cuento de mujer se extendió como reguero de pólvora. Esa es la explicación. Plop 

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